Presentó en casa su tercer poemario, “Miradas que hablan” .
Pati Blanco presentó ayer en Vigo su tercer poemario “Miradas que hablan”, un libro galardonado con el Premio Internacional de Literatura Gustavo Adolfo Bécquer. Lo hizo la que es su segunda casa, El Corte Inglés, en donde ostenta el cargo de director de Comunicación y Marking de Galicia. Emocionado, arropado por invitados muy especiales (la magistrada Lola Galovart y el alcalde Abel Caballero, que le demostraron en varias ocasiones su interés por la poesía; el presidente del grupo editorial Sial- Pigmalion que lo acompaña estos días en la gira de promoción y Noelia Otero, la periodista encargada de guiar el acto).
“Para mí este libro supone un registro más en mi evolución como poeta, una tercera publicación que ya puedo considerar una madurez poética y con el que hacerme un hueco en la creación poética”, explica el autor, para quien el primer eslabón del proceso creativo empieza en la mirada, en el efecto físico.
A través de la poesía expresa el desgarro ante la ausencia de un ser querido, la rabia ante los atentados de Las Ramblas o la congelación del tiempo durante la convalecencia de un accidente que lo mantuvo dos meses postrado en la cama. “La poesía es una traducción de mí mismo yo escribo y me identifico con ello”.
Introduce el poemario con un manifiesto donde aboga por convertir la expresión poética en “un territorio sin fronteras, una patria común”. Explica así lo que considera una “eclosión mundial de la poesía” que invade las nuevas tecnología: “Ahora se lanzan mensajes y pensamientos a través de la nube y se comparten de forma inmediata”.
El objetivo final de Pati Blanco es que sus versos sean también reconocidos por el lector. Algo que logra, según el escritor Alfredo Conde, autor del prólogo: “Son poemas de los que, dicho de mejor manera se podrían afirmar que fuesen escritos por cualquiera de nostros puesto que cualquiera de nosotros hemos experimentado no pocas de las emociones que los poemas describen”.
Distribuye los poemas en cuatro partes: “Hacia dentro”, “Hacia fuera”, “Hacia los demás” y “Hacia ti” variando el tono del lenguaje según el interlocutor. “El tiempo en el que escribo es el momento después, expreso lo que recuerdo, lo que me queda después de pasarle la lengua, de volcar un momento que significó algo especial para mí”.
Pati Blanco se muestra sin tapujos a través de sus versos una vez más, sin pudor, ni vergüenza. Ayer dio un paso más: “Desde la desnudez nos entenderíamos todos mejor”. Por primera vez recitó en público sus propios poemas, los versos más simbólicos como el dedicado al mar eterno, la Ría que cada día contempla desde la ventana de su casa.