En los últimos años, la importancia de la traducción jurídica ha aumentado de modo considerable por varias razones. Por una parte, el comercio internacional implica la firma de contratos de compraventa, de transportes, de seguros, etc. Por otra, la creación de bloques político-económicos que intentan desarrollar sistemas jurídicos comunes, como puede ser la Unión Europea, por ejemplo, supone un gran impulso para la traducción jurídica ya que la documentación debe ser traducida a los idiomas oficiales de los firmantes.
Los despachos de abogados, debido a la creciente movilidad de la población mundial y a la universalización del turismo, están generando relaciones jurídicas y administrativas que requieren ser traducidas. Estas situaciones, pueden suponer un gran desafío, ya que hay que redactar o supervisar contratos en otro idioma diferente, lidiar con testamentos otorgados por extranjeros o representar a nacionales de otros países que son autores o víctimas de un delito fuera de su país.
Aunque muchos profesionales del Derecho se manejan muy bien en otro idioma, no es sencillo tener la destreza suficiente en una segunda lengua como para valorar la importancia de algunas cláusulas, sobre todo en temas tan delicados como los que les competen.. En muchos casos, el propio juez puede exigir la traducción oficial jurada de determinadas pruebas para que las mismas puedan ser aportadas por las partes y tomadas en consideración por el juzgador ya que necesitan que estos documentos sean traducidos de forma oficial y objetiva.
De este modo, el letrado debe confiar en un profesional experto en traducción o contratar los servicios de una agencia de traducción profesional que le ayude a superar esas barreras de idiomas.
No cabe duda de que la traducción es una actividad muy compleja, que precisa de una cualificación alta y, sobre todo, cuando nos referimos a términos de Derecho.
¿Cuándo puede ser necesaria una traducción legal?
Es necesaria la figura de un jurista-lingüista, que no es simplemente un mero traductor, en aquellos casos en los que la materia lo requiere.
Por ejemplo, si tienes documentación legal que ha de surtir efectos en otro país, necesitarás un traductor jurídico o legal para casos como:
- Sentencias
- Pólizas de seguros
- Contratos de cualquier tipo
- Escrituras y estatutos
- Documentación financiera y laboral
- Textos que tengan una repercusión jurídica
- Patentes
¿Qué tipo de traductor necesito para una traducción legal?
Es muy importante que el traductor tenga conocimientos de Derecho y que se dedique principalmente a traducir este tipo de documentos.
Confiar este tipo de encargos a cualquier persona que tenga simplemente conocimientos de inglés es un error. Estos textos, como anteriormente hemos señalado, tienen repercusiones jurídicas, por lo que cualquier término mal empleado o incluso una coma mal puesta, puede acarrear consecuencias muy graves.
En definitiva, un traductor jurídico profesional debe contar con una sólida formación académica en Derecho, ya que una disciplina tan compleja como ésta no se domina recibiendo un par de cursos.
Al mismo tiempo necesita una formación sólida también en el campo de la traducción. El manejo de estos dos campos garantizan un trabajo de calidad en materias tan complejas.
Si eres abogado y tienes algún tipo de duda sobre los servicios de traducción que necesitas contratar puedes contactar con nosotros sin compromiso.
También te recomendamos las siguientes lecturas al respecto:
- Traducción jurada o traducción jurídica, ¿en qué se diferencian?
- La complejidad de las traducciones legales
- ¿Qué documentos legales no necesitan traducción jurada?
- Validez de documentos y traducciones juradas
Quizás te interese saber cómo elegir la mejor agencia de traducción o si lo que quieres es más información sobre nuestros servicios de traducción puedes consultarnos sin compromiso.