El obispado de Lleida se niega a traducir unos papeles porque el catalán es “oficial” en Aragón

Critica que el obispado de Barbastro-Monzón use el término “Lérida” en unos documentos sobre el litigio por unos bienes artísticos que se remonta a 1995.

JAVIER ORTEGA Zaragoza – Miércoles, 3 abril 2019 – 12:00

El Obispado de Lleida ha dirigido un escrito de alegaciones al Juzgado de Primera Instancia de Barbastro (Huesca), encargado de juzgar la reclamación de la devolución de los bienes histórico-artísticos de las parroquias aragonesas, en el que reclama el uso del catalán en el litigio porque dice es una lengua “oficial” en Aragón.

La Ley de Lenguas de Aragón sólo reconoce al aragonés y al catalán como “lenguas propias” de esta región, pero no la cooficialidad.

El litigio por unas 112 obras de arte se remonta a 1995 cuando las 111 parroquias aragonesas incardinadas en la diócesis de Lleida se reintegraron en la nueva diócesis de Barbastro-Monzón.

Con las parroquias tenían que haber vuelto los bienes y las obras de arte. Todas las instancias de los tribunales eclesiásticos han fallado a favor de Aragón y, ante la negativa de Lleida, la diócesis aragonesa ha emprendido la vía civil.

El letrado del obispado de Lleida responde así a la petición de la Diócesis de Barbastro-Monzón de traducción del catalán de los documentos solicitados para su valoración como pruebas en el procedimiento judicial.

La Diócesis catalana considera, además, no “acertado ni válido en derecho” el término “Lérida” utilizado por el obispado aragonés en sustitución de Lleida, por lo que insta a los demandantes a utilizar este último topónimo.

Según informa Efe, argumenta su representación procesal que tras la Ley estatal 2/1992 “no existe en el Estado español la denominación Lérida”, aunque matiza que se tratan de “obstáculos de nimia importancia” que en el proceso no serán tenidos en cuenta por la parte catalana porque, añade, “entendemos todo”.

El letrado añade que “nosotros no nos referiremos a Huesca como Osca, que es la denominación antigua, ni a Zaragoza como Cesaraugusta, ni a Monzón como Monçó o Monsó”.

RECHAZO A LA TRADUCCIÓN EN CASTELLANO

La Diócesis catalana sí que insiste en rechazar la traducción al castellano de los documentos requeridos, amparándose en un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil referente a la necesidad de traducir todo documento que no sea en castellano o una de las lenguas oficiales propias de la comunidad autónoma demandante.

A juicio de esta parte, “resulta sorprendente que quien reivindica obras de arte sacro que provienen de parroquias de la provincia de Huesca, las más de ellas en la zona conocida como La Franja, cuya lengua usada de forma prioritaria es el catalán” manifieste ahora no entender el catalán”.

El letrado de la Diócesis catalana hace una larga exposición del Estatuto de Autonomía de Aragón y al artículo de la Ley de Uso, Protección y Promoción de las Lenguas propias de Aragón para argumentar que el catalán es una lengua “oficial” en la Comunidad aragonesa.

El representante legal del obispado de Lleida concluye, sin embargo, que el catalán es una “lengua vehicular” en Aragón, aunque “voluntaria y optativa”, además de ser “oficial” en la Comunidad.

“Baste acudir al BOA (Boletín Oficial de Aragón) para no negar que el catalán es lengua oficial en Aragón y que en algunas zonas se habla muy por encima que el castellano o el aragonés minoritario, y especialmente en la provincia de Huesca, cuya población entiende perfectamente el catalán y lo hablan una gran parte”, añade.

LÉRIDA O LLEIDA

En sus alegaciones a este escrito, el representante legal del Obispado de Barbastro-Monzón, Joaquín Guerrero, y su asesor, Jorge Español, destacan que la legislación aragonesa sólo reconoce el castellano como lengua oficial, aunque admite como propias, originales e históricas las lenguas y modalidades lingüísticas de uso predominante en las áreas septentrional y oriental de la Comunidad.

Además, advirten que el derecho al uso de la lengua aragonesa sólo se reconoce a los ciudadanos de Aragón y “no a los catalanes” en las zonas donde se usa y no Barbastro, donde está excluido un uso distinto del castellano, situación que obliga a la Diócesis de Lleida a traducir los documentos aportados.

En opinión de dichos letrados, “la lengua de estrados en el Juzgado de Barbastro es el castellano y, por lo tanto, cualquier documento que venga en lengua distinta debe acompañarse de la traducción correspondiente al castellano, segunda lengua materna más hablada del mundo tras el chino mandarín, con más de 500 millones de hispano hablantes”.

La parte aragonesa reivindica también el uso de la denominación “Lérida” en el proceso tras argumentar que la ley nacional referida sólo contempla el cambio de denominación a las provincias de Gerona y Lérida por Girona y Lleida.

Destacan los letrados que esta ley no hace referencia ni a Lleida ciudad ni al obispado de Lleida, ni vincula a la propia Iglesia en el uso de una u otra denominación.

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