Desde el pasado 21 de diciembre, Roma, la multipremiada película de Alfonso Cuarón situada en la década de los años 70 en México, está disponible a nivel mundial a través de Netflix.
En la Madre Patria, la cinta se puede ver en el idioma “original” o con subtítulos en español de España… Y es esta versión alterna la que ha desatado una ola de quejas en redes sociales.
Los motivos de las quejas son varios, especialmente que se cambiaran expresiones y palabras que son parte del mismo idioma y, por tanto, lo enriquecen. Por ejemplo: En la escena original en que los niños quieren meterse al mar y tratan de convencer a su madre, ellos expresan “Si está bien suave”. La mamá (interpretada por Marina de Tavira) les replica: “No, no me importa. Si se quieren quedar, esa es la regla”. Pero la versión ibérica se lee: “Está tranquila”, refiriéndose al agua. Y la contestación de la madre es “No, no me importa. Si os queréis quedar, esa es la regla”.
También ha desatado críticas el subtitulaje de la escena en la que uno de los niños pide el famoso pastelito conocido como “Gansito”, palabra que en España fue intercambiada por “ganchito”, una botana salada sabor a queso.
Otras “traducciones” incluyen vosotros por ustedes, despedir por correr, venid por vengan, enfadar por enojar y madre por mamá.
La decisión de que exista una versión castellana ha sorprendido a propios y a extraños, empezando por el propio Cuarón, a quien no le encantó la traducción.
“Me parece muy ofensivo para el público español el que Roma la hayan subtitulado con español castellano. El color, la empatía, funcionan sin los subtítulos. Me parece muy ridículo, parroquial e ignorante”, aseguró el cineasta mexicano a la agencia EFE .
Y no fue todo, pues Cuarón también puso como ejemplo las películas que ha visto de Pedro Almodóvar, para las cuales no ha necesitado de ninguna adaptación. “Me parece muy ridículo. A mí me encanta ver, como mexicano, el cine de Almodóvar y yo no necesito subtítulos al mexicano para entenderlo”.
A mí me encanta ver, como mexicano, el cine de Almodóvar y yo no necesito subtítulos al mexicano para entenderlo”.
Tras la polémica, la Real Academia Española (RAE) respaldó al cineasta mexicano argumentando que esta acción sólo abre grietas en el lenguaje. Pedro Álvarez de Miranda, filólogo de la RAE, declaró a EFE que se trata de un “fenómeno sorprendente” y “una falta de confianza” a la capacidad de la comunidad panhispánica de entenderse.
Tras la polémica, Netflix retiró los subtítulo al español de España.