A cuestas con el panorama social, crece la demanda de traductores jurados en distintas lenguas. Hablamos del papel de estos agentes culturales que llevan a cabo una labor científica.
Esencialmente, traducir no es más que repetir la experiencia infantil de preguntar a los mayores el significado de las cosas para poder integrarlo. “Traducir entre dos lenguas también tiene este significado”, dejó escrito el ensayista y poeta mexicano Octavio Paz que se aventuró a asegurar que en todos las lenguas, las personas hablan de las mismas cosas, algo a lo que le da la razón la historia de la literatura.
Traducir es tender puentes entre culturas y el traductor es este agente cultural imprescindible que se convierte, en el caso de la traducción jurada, en un notario de la palabra, porque los traductores jurados son aquellos que dan validez legal a los documentos.
Estos profesionales cuentan con un título otorgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación pero para ello deben de haber aprobado los exámenes que convoca la Oficina de interpretación de Lenguas, de modo que se trata de profesionales muy buscados, más aún hoy en día, en una sociedad cada vez más globalizada.
Una traducción jurada es la que tiene efecto legal ante los organismo oficiales
Los traductores jurados tratan sus traducciones con total confidencialidad, nos aseguran desde esta empresa especializada que también cuenta con un equipo de intérpretes jurados que acuden a los juzgados o realizan declaraciones formales. Una traducción jurada es la que tiene efecto legal ante los organismo oficiales y ha certificado un traductor jurado con su cuño, firma y fecha. Estos profesionales están inscritos en el MAEC y los más escépticos incluso pueden pedirles el número de colegiado para comprobar si así es.
Pero para que el traductor jurado oficialice un documento no hay que entregarle los documentos oficiales, basta con escanearlos. De hecho, en la actualidad, poco más de un 45% de las traducciones juradas ya se realizan online y para ello basta con escanear el documento y mandarlo, aunque se remitirá en papel, sellado y firmado.
Estos traductores no se pueden permitir ninguna licencia literaria sino traducir fielmente los documentos, aunque esto no quiere decir que deban de hacerlo 100% literalmente, ya que para garantizar que el texto sea legible, pueden incorporar cambios siempre y cuando no se modifique el sentido del texto.
Sí, la traducción es una ciencia pero también tiene mucho de arte, se han escrito ríos de tinta tratando de definir esta acción que hace posible que los humanos nos podamos entender entre sí. Sobre el papel que usan los traductores jurados, apuntar que contrariamente a lo que algunos piensan, no siempre deben de utilizar papel timbrado. Usarlo o no es una elección, nada que tenga que ver con disposiciones legales, y cada traductor jurado usa el que quiere, el tema es meramente estético.
La traducción no es más que un reflejo de la sociedad
En España existen traductores jurados en distintas lenguas, pero no en todas, algo que por otra parte tampoco es necesario si convenimos que de las 4.000 a 5.000 lenguas que se hablan en el mundo, sólo hay 600 que son habladas por un mínimo de 100.000 personas, las que se consideran necesarias para conseguir que el idioma perviva.
Pero a pesar de que España no cuente con traductores jurados para todas las lenguas del mundo si cuenta con traductores para todas las lenguas vehiculares del mundo, un sector en el que el país es altamente competente.
Algo así ocurría con los idiomas cooficiales en España, que en las últimas décadas se han ido incorporando al mundo de las traducciones juradas oficiales, ya que hoy se pueden encontrar traductores jurados para el catalán, el euskera y el gallego, los idiomas que más solicitan los clientes de estas.
Los traductores jurados de chino también se han multiplicado en los últimos tiempos, de hecho, el mundo de la traducción es uno que cada vez necesita incorporar a más profesionales y esto no es más que un reflejo de la sociedad, cada vez más fusionada culturalmente.
articulo muy interestante. Los traductores jurados tienen una labor muy importante y muy difícil en los días de hoy y deberíamos tenerlos en cuenta siempre que necestamos traducciones.